Imagen de la energía que se genera en el análisis psicológico de la mente

ONIRIA Y MENTE; UNA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA

¿Qué finalidad esconden los sueños? Durante siglos, el ser humano ha tratado de dar con una respuesta a esta pregunta. Sin embargo, lo sucedido en el mundo onírico continúa siendo un misterio.

En esta entrevista con Elena Gómez Enguix, psicóloga general sanitaria y psicoterapeuta (www.elenagomezenguixpsicologa.com), se lleva a cabo un análisis psicológico del tema, abordando lo relativo a interpretar sueños y muchas otras cuestiones.

-¿Hasta qué punto pueden influir los sueños en el estado de ánimo de las personas?

La verdad es que los sueños y el estado de ánimo suelen tener relación. Nos afecta si tenemos un sueño bonito, agradable, en cómo empezamos el día. Con qué energía. De la misma manera que nos afecta si tenemos una pesadilla, empezando el día removidos, con ansiedad o angustia. Nuestro estado de ánimo también afectará al contenido de nuestros sueños. Si nos vamos asustados por una peli de terror que acabamos de ver, estamos preocupados por algo y atravesando un proceso de duelo.

No es un causa-efecto. Dependerá del impacto que tenga en nosotros. Si el impacto es alto nos afectará más. Si el impacto es bajo o no nos resuena con nada significativo, nos afectará menos o igual no lo recordaremos.

-¿Y las alteraciones del sueño? (insomnio, sonambulismo, pesadillas…)

El sueño tiene una función esencial en el buen funcionamiento neurológico, especialmente la fase REM del sueño: anclar recuerdos en la memoria, relajar al sistema nervioso, renovar las células oxidadas, reforzar el sistema inmune…  si padecemos insomnio, sonambulismo o otras alteraciones del sueño, ni el cerebro ni el cuerpo podrán recuperarse del desgaste energético del día anterior, por lo que no podrá funcionar adecuadamente. Efectivamente, se verá afectado el estado de ánimo, además de otras funciones cognitivas importantes como la atención y la memoria, que necesitaremos compensar con una buena dosis de cafeína, y con todo, no será lo mismo. Alteraciones del sueño cronificadas tienen sus riesgos también. Está bien consultar a un profesional si sucede.

-¿Es habitual que los pacientes recuerden sus sueños con nitidez?

Depende mucho de la persona y del sueño. Por regla general hay personas que tienen más facilidad para recordar sus sueños que otras, pero también puede suceder que personas que tienden a no recordar sus sueños, haya momentos en que sí los recuerden. La realidad es que soñamos tod@s si entramos en fase REM, otra cuestión es el tema de si los recordamos con nitidez.

La nitidez no suele ser una característica que acompañe por regla general el recuerdo de los sueños. Es más habitual una cierta sensación de confusión, de narrativa inconexa, o de secuencia desarticulada, por el plano inconsciente en el que se elaboran. Si bien, todo es posible, y podría suceder que algunas escenas del sueño sí las recordemos con mayor nitidez por ejemplo, o incluso que algunas personas puedan recordar algún sueño de principio a fin.

Es cierto que a medida que avanza el día, ese recuerdo se va difuminando, siendo cuestión a veces de minutos u horas. Esto no es algo extraño, porque como ya apuntaba Sigmund Freud, los sueños forman parte del imaginario del inconsciente, y cuando nos despertamos, es nuestro imaginario consciente el que se pone en marcha, alejándose poco a poco del inconsciente. Recordar los sueños es una oportunidad privilegiada para acceder al inconsciente y establecer un continuo con lo que nos pasa en el plano consciente.

-¿Los traumas suelen aflorar inconscientemente mediante los sueños haciendo que la persona recuerde sucesos que su mente había bloqueado?

Puede suceder, sí. El cerebro está programado para digerir las experiencias que nos vayan acompañando, y los sueños, entre otros mecanismos neurológicos, tienen una función a la hora de ayudarnos a elaborar un suceso impactante, doloroso o traumático. El cerebro los evoca, y a veces no desiste y lo hace en bucle, para darnos la oportunidad de asimilarlo y poder continuar con nuestra vida de manera más armónica, integrando lo ocurrido.

-¿Crees en la posibilidad de que los sueños incluyan mensajes mucho más profundos de los que ya conocemos? (predicciones de futuro, vestigios de vidas pasadas, vidas paralelas…).

No lo sé. Sí creo que hay personas muy intuitivas sobre vidas pasadas o que pueden hacer ciertas predicciones de futuro, pero no puedo responder desde una afirmación clara.

Imagen de una profesional en medicina realizando una evaluación psicológica del cerebro humano.

-¿Es cierto que las pesadillas pueden servirnos para vencer nuestros miedos?

Si en la pesadilla aparecen recursos para afrontar la amenaza y el peligro, ésta se resuelve favorablemente, y los recursos son realistas (aplicables en la vida real), entonces sí. Si bien, no siempre es lo común. Las pesadillas suelen ir acompañadas de una mala experiencia por la sensación de atrapamiento y parálisis que generan, por lo que no suele ser fácil resolverlas espontáneamente mientras dormimos.

Algo que sí podemos intentar trabajar es prepararnos en el plano consciente para afrontar la pesadilla con una serie de recursos. Por nosotros mismos o a través de una terapia. Es importante preguntarse también si hay algún contexto vital angustiante en el día a día que pueda motivar el contenido de la pesadilla, especialmente si es recurrente. Identificar posibles miedos o experiencias que hay detrás de las pesadillas es el primer paso para resolverlas definitivamente.

-¿Los pacientes acostumbran a dar importancia al contenido de sus sueños?

A veces es una cuestión de sistema de creencias. Hay personas racionales que le dan poca credibilidad a sus sueños, mientras hay personas con perfiles más emocionales o intuitivos que sí.

Otras veces es una cuestión del impacto que haya tenido el sueño en nosotros o del significado que coja por el momento en que se ha dado. Pasa mucho con los procesos de duelo por ejemplo, soñar con el familiar fallecido. En estos casos suele ser tomado como algo significativo. O con la elaboración del trauma, soñar con imágenes de lo ocurrido. La persona suele pararse a darle importancia, y está bien hacerlo porque es una herramienta para elaborar.

-¿Pueden dos personas llegar a conectar psicológicamente a través de los sueños o bien soñar lo mismo?

¿Por qué no? De hecho hay sueños comunes que tenemos la mayoría de las personas en algún momento, como que se caigan los dientes o salir desnudos a la calle o a alguna presentación importante de trabajo.

-¿Has atendido casos de sueños recurrentes? De ser así, ¿por qué se producen?

Sí. Como decía anteriormente los sueños recurrentes suelen responder a alguna experiencia traumática no elaborada. Un duelo, un asalto, una agresión… El cerebro se queda en shock por tanta intensidad emocional de la amígdala, por tanto miedo o tanta tristeza, lo cual no permite integrar la información de lo ocurrido de manera armónica ni ordenada en los hemisferios cerebrales. El shock, que vendría a ser una disociación, no permite al cerebro construir recursos o hacer aprendizajes, si no que éste se queda en bucle, como si de un helicóptero se tratara, esperando la oportunidad de poder entrar al sistema, e integrar.

Esa oportunidad muchas veces es la terapia, que ayuda a poner en palabras lo ocurrido, elaborar una narrativa, calmar el dolor, separar responsabilidades, integrar la emoción, hacernos promesas, tomar decisiones, o reconstruirnos a partir de lo ocurrido.

-¿Cuál piensas que es la finalidad o motivo por el que los seres humanos sueñan?

El cerebro humano nos da esta oportunidad, y a mí me gusta verlo así. Sigmund Freud como hipnotista y padre del psicoanálisis y de la psicología apostó por el estudio del inconsciente, como un lugar des del cual comprender determinadas pulsiones e impulsos humanos, determinadas fantasías, determinados miedos, determinadas neurosis.

Ha llovido mucho desde el Psicoanálisis. Yo tampoco hago terapia desde el psicoanálisis, me siento más cercana al constructivismo, la sistémica, la psicología integradora y el feminismo, pero el descubrimiento del inconsciente es un legado importante que siempre quedará y que sigue despertando mucha curiosidad y teniéndose mucho en cuenta en psicología, en psicoterapia y en las neurociencias.

Como dice Núria Gibert: «Soñar es un acto bien curioso: es aleatorio, involuntario y efímero. No escogemos ni cuándo ni qué soñamos. Pero sobre todo soñar es un acto auténtico, no tiene trampa, no hay impostura. Expresa la verdad de la persona, una verdad desnuda de ornamentos, profundamente simbólica y a menudo confusa, nada lógica ni razonable, subjetiva y libre. Es el inconsciente que se manifiesta.» 

Persona tendida en la cama tratando de interpretar sueños.

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