Persona con insomnio

PARASOMNIA. CUANDO EL PATRÓN DE CONDUCTA SE SALE DE LO COMÚN

Efectos secundarios parasomnias

El mundo onírico se caracteriza por las altas dosis de complejidad y misterio que lo componen. En relación a ello, es preciso poner atención a la manera de actuar que presentamos al dormir, puesto que cualquier alteración puede servirnos para delatar un problema subyacente.

Al detectar conductas inusuales es importante que identifiquemos los síntomas que se manifiestan en nosotros, con el fin de transmitirle la información a un profesional si terminaran agravándose. Existen diferentes clases, aunque las más comunes han sido objeto de investigación en el transcurso de los años.

¿Hay algo que te cause inquietud en lo que respecta a tus patrones de descanso? Si es así, conocer las principales parasomnias que son capaces de desarrollar las personas al cerrar los ojos te ayudará a obtener respuestas.

Una amenaza para el descanso

Con independencia de la variante que sufras, las parasomnias son motivo de preocupación debido a los peligros que plantean, dificultando el reposo de quienes las padecen. Las trabas inculcadas por dichas anomalías se dan de distintas formas.

Tal como indiqué en el blog anterior, estas difieren de las disomnias en cuanto a que las segundas se vinculan a la imposibilidad de conciliar el sueño.

Gracias a este interesante artículo de la Clínica Universidad de Navarra descubrí que las parasomnias aparecen tanto en el momento de acostarse como mientras dormimos y también al despertar. Aunque, según afirman, acostumbran a acabar pasada la adolescencia, en mi caso todavía poseo algunas de ellas.

En la clasificación de este portal web he encontrado solo una con la que me identifico y de la que hablé en otra entrada del blog:

Las pesadillas, sueños extraños que no han dejado de perseguirme, sobre todo en las últimas semanas.

Lo que oculta el inconsciente

Persona sufriendo pesadillas

Tras esa primera búsqueda decidí indagar a fondo, con el objetivo de hallar una lista donde se incluyeran otras alteraciones que he notado en base a mi propia historia.

Lo conseguí al toparme con un estudio de Mundo Psicólogos, que detalla dos más:

-El bruxismo, es decir, el hábito de apretar los dientes cuando duermes.

-La somniloquía, el hecho de hablar en sueños. 

Pero lo que despertó mi curiosidad fueron los datos que arroja en torno a los síntomas que demuestran las personas con parasomnias y los motivos que las llevan a experimentarlas.

Estoy familiarizada con tres de esos factores:

-Sentir angustia y ansiedad al levantarme.

-Cansarme y tener sueño a todas horas.

-Presentar dificultades para dormir durante la noche.

Atendiendo a las causas, deduzco que podría ser alguna de estas cuatro, o varias al mismo tiempo:

-Horarios de sueño cambiantes.

-Insomnio.

-Ansiedad.

-Estrés.

Fijémonos en este punto:

El estrés y los sueños recurrentes

A raíz de lo aprendido he enlazado dos conceptos mencionados con anterioridad: el estrés y las pesadillas.

Y es que los sueños que mi mente repite con mayor asiduidad son los de esta índole, que por su carácter negativo permanecen conmigo después de despertar, pese a ser una persona que no suele recordar lo ocurrido en el universo onírico.

Según la doctora en filosofía Michelle Carr, a menudo esas fantasías pretenden prepararnos para enfrentar una situación que nos asusta. No obstante, si se tornan muy retorcidas y específicas, es probable que escondan traumas a los que necesitamos poner remedio mediante apoyo psicológico.

El porcentaje de gente que experimenta sueños recurrentes es elevado y, teniendo en cuenta el modo en que el contenido de esas visiones influye en el estado de ánimo, sería conveniente no pasar por alto los casos que nos infringen dolor, los cuales se suceden sin control.

Canalizar la energía negativa

Persona haciendo yoga

Partiendo de que los traumas derivan de la tristeza y los obstáculos acontecidos a lo largo de la vida, los expertos barajan la idea de seguir determinadas técnicas que nos beneficien y permitan aplacar sus efectos.

Así lo proponen en el portal Escritos de Psicología, que apuesta por varias opciones, entre ellas una que llevo meses considerando: la meditación. El yoga y un amplio abanico de técnicas de respiración completan un apartado que persigue la finalidad de encontrar el equilibrio, reducir la tensión y conectar con el cuerpo y la mente.

¿Realizas comportamientos extraños al dormir?

¿Te ves reflejad@ en estos síntomas?

Te invito a que me lo expliques en comentarios para analizarlo junt@s.

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